Experiencias de Día de Muertos

El hotel boutique CIGNO honra el Hanal Pixán con menú de cinco tiempos y coctelería ancestral

En el Barrio de La Ermita, en Mérida, el hotel boutique CIGNO se suma a las celebraciones del Hanal Pixán —la festividad yucateca dedicada a honrar a los difuntos— con una propuesta culinaria única: “Comida del Muerto al Vivo”, una cena íntima y ceremonial que reinterpreta las ofrendas del Día de Muertos en clave contemporánea.

Diseñada por Cocina Vidente, el restaurante del hotel, la experiencia invita a un recorrido sensorial de cinco tiempos acompañado de cócteles inspirados en bebidas tradicionales como el tepache, el chilate o el balché. Los platillos —que incluyen tamales con setas y carnes de caza, mole manchamanteles, pib de venado o puchero de lechón— evocan los sabores de la memoria colectiva, mientras el arroz con leche cierra la velada con un guiño dulce y nostálgico.

Con atmósfera de velas, música y un aforo máximo de 18 comensales, la cena tiene lugar en los espacios más íntimos de la casona: el Aljibe y la Biblioteca. 

Ubicado a pasos de las procesiones, oraciones y actividades del Festival de las Ánimas, CIGNO ofrece un lugar privilegiado para vivir la celebración desde la cercanía de las calles y regresar a la tranquilidad de una casona del siglo XIX, restaurada para conjugar historia y diseño contemporáneo.

Más allá de este evento, el hotel se distingue por una hospitalidad orientada al descanso y al disfrute pausado. Con solo diez habitaciones y suites, CIGNO combina confort y sofisticación en un entorno que rinde homenaje al legado de la península de Yucatán. Su propuesta gastronómica, a cargo de Cocina Vidente, se ha consolidado como referente en Mérida gracias a su enfoque en insumos locales y técnicas que enlazan tradición y modernidad. La experiencia se complementa con la cava de Aljibe y una terraza con piscina que ofrece vistas serenas de la ciudad.

Con “Comida del Muerto al Vivo”, CIGNO reafirma su esencia como un espacio donde convergen herencia y contemporaneidad, invitando a honrar la memoria, compartir la mesa y vivir Mérida desde la intimidad.