Experiencias inspiradoras

La nueva iniciativa de Rosewood Hotels en torno a la concientización a través de experiencias inspiradoras es lo que motivó a que Rosewood Mayakoba eligiera al experto en buceo de cuevas Matt Scantland para realizar un trabajo de exploración y documentación de los cenotes que se encuentran debajo del complejo, con el objetivo de crear conciencia en torno a la protección de estos ecosistemas de cuevas. 

Rosewood Mayakoba. ©Eric Heiland

“Explorar y documentar los cenotes que yacen bajo el área de Mayakoba ha sido una oportunidad única en mi vida pues a través de este trabajo estamos creando una mayor conciencia sobre los increíbles sistemas de cuevas subterráneas de la Riviera Maya y promoviendo su conservación. Gracias al alcance del destino Mayakoba tenemos la posibilidad de que muchas personas tengan acceso a este proyecto de exploración e, invariablemente descubrimos que, cuanto más aprenden acerca de las cuevas subterráneas, más se involucran con la preservación del entorno”, mencionó Matt Scantland, buzo y PlaceMaker de Rosewood Mayakoba.

Cenotes de Mayakoba. ©SJ Alice Bennett

Es importante recordar que Rosewood Mayakoba se encuentra situada en una reserva natural de 250 hectáreas, en la Riviera Maya, donde existe el sistema de cuevas submarinas más extenso del mundo; por lo que el compromiso del hotel para mantener y proteger estos asombrosos espacios naturales es muy alto.

Cenotes de Mayakoba. ©Henry Frawley-Fulcher

El resultado final de esta exploración se ha compilado en un video documental de 12 minutos que tendrá su lanzamiento oficial en noviembre de este año, y lleva por nombre Cenotes de Mayakoba. A partir de este proyecto Rosewood Mayakoba ha diseñado diversas actividades para los huéspedes, como ceremonias chamánicas y rituales de sanación energética en el área de cenotes del spa, así como una visita a los cenotes secretos de la Riviera Maya. Además, Matt comparte una guía de sus actividades favoritas dentro del destino, como nado con tiburones y pesca con mosca en la biósfera de Sian Ka’an.

Cenotes de Mayakoba. ©SJ Alice Bennett