Rubra: del huerto a la mesa

En medio de la selva nayarita, en la exclusiva zona de Punta Mita, se encuentra la propuesta que está revolucionando la escena gastronómica del Pacífico mexicano: Rubra. Este restaurante, ubicado dentro del hotel W Punta de Mita, es el primer proyecto de la chef Daniela Soto-Innes desde su salida del famoso restaurante Cosme en Nueva York. Pero Rubra no es solo un restaurante, es una celebración de la transformación, del movimiento y del espíritu femenino que lo habita.
Con un enfoque fresco y tropical, Rubra es una extensión del entorno que lo rodea. Su arquitectura, concebida por los talentosos Ana Paula de Alba e Ignacio Urquiza, está hecha con un solo material, pensado para fundirse con la naturaleza del Pacífico mexicano. La inspiración viene de las cercanas Islas Sierra Madre Sur y del estilo clásico de la costa, logrando un espacio que se siente orgánico, cálido y profundamente conectado con su tierra.
La cocina de Rubra es, sin duda, el corazón de esta experiencia. Aquí, la creatividad de Soto-Innes cobra vida en platos que celebran los ingredientes locales, muchos de ellos cultivados en el propio huerto del restaurante. El menú varía según el momento del día, ofreciendo opciones que van desde un desayuno estilo café con pasteles artesanales, tostadas y jugos frescos, hasta una sofisticada cena con un menú a la carta y otro de degustación de nueve tiempos. Este último es un viaje culinario lleno de sorpresas, sabores intensos y momentos para compartir.
Además, Rubra cuenta con un bar de vinos donde cada etiqueta ha sido cuidadosamente seleccionada para complementar los sabores de la cocina. Todo en este lugar —desde el nombre, que significa “encarnar”, hasta los detalles del diseño interior— refleja la filosofía de su creadora: una cocina viva, en constante evolución, pensada para conectar a las personas con los ciclos de la naturaleza.
Detrás de esta propuesta hay una historia poderosa. Daniela Soto-Innes, originaria de la Ciudad de México, ha conquistado el mundo gastronómico con su talento y carisma. Fue reconocida como la Mejor Chef Mujer del Mundo por The World’s 50 Best Restaurants en 2019, convirtiéndose en la más joven en recibir este título. Tras dejar huella en Nueva York con Cosme y Atla, regresa a México con una visión más personal y profunda. A su lado, la acompañan las hermanas Estefanía y Valentina Brito de Venezuela. Ellas trabajaron con Daniela en Nueva York, comparten su pasión por la cocina hecha con alma y ahora dirigen la operación de Rubra.
Rubra no solo es un restaurante para disfrutar una buena comida, es un espacio que abraza el cambio, la feminidad y la conexión con la tierra. En cada plato, en cada rincón del lugar, se siente el latido de una nueva era gastronómica liderada por una chef que no teme romper moldes. Así que, si visitas Punta Mita, no lo pienses dos veces: Rubra es un imperdible.